El nuevo trabajo de María Rodés está repleto de colaboraciones donde la artista juega con las texturas electrónicas y se atreve con estilos eclécticos.
DELAFÉ, PACO PECADO, LA BIEN QUERIDA, BRONQUITO, ALBERT CASES, SOLEÁ MORENTE, LAAZA, LA TREMENDITA, IDIOPE Y NIEVES LÁZARO. GRANDES NOMBRES PARA UN DISCO ENORME
«Me interesaba salir un poco de mi propio eje creativo»
Los grandes discos se construyen sobre grandes contrastes. Y el nuevo trabajo de Maria Rodés se mueve entre dos fuerzas que chocan, que se cruzan, se retuercen y bailan en un ejercicio de inspiración que es, desde ya, único en el panorama musical nacional.
Nos concede una entrevista a No Solo Indie hablando del amor, eje central de toda su discografía, presente en Lo Que Me Pasa.
Hola María, tu disco es muy efervescente, mucha mezcla de sonidos. ¿Te habías enfrentado alguna vez antes a la rumba y la bachata o el reguetón y la bossa nova? ¿Cómo te has sentido poniendo la voz al servicio de estos ritmos?
La verdad es que algunos de esos ritmos, como la bossa nova, no me eran del todo ajenos. Cuando estudiaba canto de pequeña trabajábamos mucho repertorio de jazz y bossa, así que esa musicalidad la tengo bastante integrada desde hace años.
Lo nuevo ha sido llevar mi voz a otros terrenos como la rumba, la bachata o ciertos acentos más urbanos, que sí me pillaban más lejos. Me apetecía probar, jugar un poco, salir del lugar donde siempre canto. Supongo que el momento vital también tuvo algo que ver: necesitaba algo más ligero, más corporal, menos cerebral. Estos ritmos me obligaron a cantar desde otro sitio, más instintivo, y eso me ha hecho descubrir matices que no conocía de mi propia voz.
¿Qué ha surgido en ti para que pongas las miras en el continente sudamericano? ¿Cómo recibes aquella música, está presente en tu día a día?
Creo que Latinoamérica lleva sonando en mí desde hace mucho, aunque no lo supiera. En mi casa siempre sonaba música brasileña, y más tarde descubrí a Violeta Parra, Chavela Vargas, Omara Portuondo… y se me abrió un mundo emocional muy potente.
Cuando empecé a escribir este disco estaba fascinada por la idea del amor arrebatado, del mito romántico, de la idealización… y muchas de esas músicas latinoamericanas hablan del amor con una intensidad que en Europa a veces escondemos o ridiculizamos. Quise acercarme a ese imaginario con respeto y con curiosidad, no desde la imitación, sino desde el diálogo.
Es un álbum con muchas colaboraciones. ¿Es un disco conmemorativo o simplemente querías estar acompañada?
No lo pensé como un álbum conmemorativo. Simplemente, me apetecía abrir el proceso y trabajar con artistas a los que admiro y con los que siento afinidad. Las colaboraciones fueron surgiendo de manera muy natural y cada una aportó un color distinto al disco.
Me interesaba salir un poco de mi propio eje creativo y dejar que otras voces y sensibilidades entraran en el proyecto. En algunas colaboraciones, como las de La Tremendita o Albert Cases, buscaba deliberadamente el contraste entre sus voces aflamencadas y la mía. En cambio, con artistas como Ana de La Bien Querida o Laaza me atraía más la afinidad tímbrica y la posibilidad de jugar a la confusión, de mezclar nuestras voces hasta que casi se fundieran.
Ese tipo de combinaciones le da al álbum una dimensión más coral y abre matices que yo sola no podría generar.
Una de las más especiales puede que sea la que tienes con Soleá Morente y Nieves Lázaro. Es la más María Rodés del disco, a pesar del toque synth pop. Háblanos de esta canción.
«Te Amé» es una de las canciones más íntimas y también más centrales del disco. Es un tema que nace de esa forma casi devocional de amar. Quería escribir una especie de plegaria amorosa, una confesión que mezclara lo espiritual con lo terrenal.
En la letra aparecen imágenes religiosas que remiten a lo sagrado. La idea es reflejar esa intensidad emocional con la que muchas mujeres hemos aprendido a querer: total, incondicional, incluso cuando duele. Aunque el sonido sitúa la canción en un territorio contemporáneo, la esencia de «Te Amé» es muy antigua: un canto al amor llevado al límite, con toda su belleza y su contradicción.
Cuéntanos cómo llega a tus oídos la historia de Lidia de Cadaqués, en la que se inspira este nuevo álbum.
Llegó casi por accidente. Leí un artículo sobre Lidia, una mujer que vivió a principios del siglo XX convencida de que un escritor, Eugeni d’Ors, estaba secretamente enamorado de ella. Su historia se ha leído muchas veces desde el morbo o el juicio, pero a mí me interesó desde otro sitio: la vulnerabilidad, la necesidad de ser vista, la imaginación como refugio. Me di cuenta de que muchas canciones del disco hablaban, de alguna manera, de esa frontera entre la ilusión y la obsesión; entre lo que sentimos y lo que proyectamos en el otro. Lidia me ayudó a tejer todo ese imaginario.
¿Qué opinión tienes sobre sacar varios singles antes del disco o estar presente en redes? «Lo que me pasa» ha tenido varios adelantos que no dejan mucho hueco a la sorpresa.
Vivimos en un momento donde la sorpresa viene dosificada por algoritmos. No es lo ideal, pero es la realidad. A veces echo de menos que los discos aparezcan de golpe, como un bloque entero, sin adelantos ni expectativas previas. Pero también creo que los singles permiten que las canciones respiren de otra manera y que tengan su propio espacio. Intento convivir con las redes sin convertirme en una esclava de ellas. Hago lo que puedo, y a veces lo hago regular, pero acepto que forma parte del oficio ahora mismo.
¿A qué película te hubiera gustado ponerle banda sonora?
A muchas. Pero si tengo que elegir, diría In the Mood for Love. Ese tempo contenido, esa sensualidad que no se consuma, ese mundo emocional que se guarda más de lo que muestra… siento que resuena mucho conmigo.
Y también me habría encantado hacer música para una película de Sofia Coppola. Me atrae cómo retrata a sus personajes femeninos: siempre en un equilibrio entre fuerza y vulnerabilidad, con un mundo interior muy presente. Su sensibilidad musical es muy clara, y siento que ahí podría encajar bien mi manera de componer.
¿Cómo has visualizado la gira del disco sobre el escenario? ¿Qué tal van los ensayos y la promoción?
La idea de la gira es mezclar el sonido acústico y más íntimo de mi guitarrista habitual, Isabelle Laudenbach, con el universo electrónico del disco, que estará en manos de Bofirax. Ese diálogo entre lo orgánico y lo digital define bastante bien el espíritu del álbum. Estamos todavía en pleno proceso de ensayos, ajustando cómo conviven ambos mundos, así que por ahora no puedo adelantar mucho más.
La promoción, en cambio, está siendo muy divertida. Estoy hablando mucho de amor, de ese choque entre el romanticismo (tan criticado últimamente) y el culto a uno mismo que parece imponerse hoy. Ese debate sale solo en cada entrevista.
En general estoy recibiendo un feedback muy positivo, y siempre es satisfactorio ver que las canciones llegan y que la gente las disfruta.
Fotos de Noemí Elías
PRÓXIMOS CONCIERTOS
18 de diciembre – BARCELONA Centre Cívic del Besòs i el Maresme Escena BDC Entrada gratuita con reserva
20 de febrero – MADRID Presentación oficial «Lo que me pasa» Sala Clamores Mazo Entradas
25 de febrero – BARCELONA Presentación oficial «Lo que me pasa» La (2) de Apolo Entradas
To provide the best experiences, we use technologies like cookies to store and/or access device information. Consenting to these technologies will allow us to process data such as browsing behavior or unique IDs on this site. Not consenting or withdrawing consent, may adversely affect certain features and functions.
Functional
Siempre activo
The technical storage or access is strictly necessary for the legitimate purpose of enabling the use of a specific service explicitly requested by the subscriber or user, or for the sole purpose of carrying out the transmission of a communication over an electronic communications network.
Preferences
The technical storage or access is necessary for the legitimate purpose of storing preferences that are not requested by the subscriber or user.
Statistics
The technical storage or access that is used exclusively for statistical purposes.The technical storage or access that is used exclusively for anonymous statistical purposes. Without a subpoena, voluntary compliance on the part of your Internet Service Provider, or additional records from a third party, information stored or retrieved for this purpose alone cannot usually be used to identify you.
Marketing
The technical storage or access is required to create user profiles to send advertising, or to track the user on a website or across several websites for similar marketing purposes.