– CON EL PASO DEL TIEMPO TODO TERMINA SIENDO EFÍMERO –
“El salitre de tus labios”, que da paso al disco, ¿es una canción de un amor que acaba o que empieza?
Jair: Creo que la definición más exacta sería que es una canción sobre un amor que acaba, pero que nunca acabará.
“La singularidad” es una enigmática canción (que, por cierto, nos encanta). Termina con una maravillosa mezcla de melancólicos sonidos, algo que conseguisteis también con aquella deliciosa y lejana “Plus Ultra”. ¿Nos podéis contar más acerca de “La singularidad”?
Pretendía ser una canción revolucionaria. Porque hoy día, cuando algo se desgasta o se rompe, se tira y se cambia por otra. En esta canción se habla principalmente sobre cuidar, sobre reparar; esa es la singularidad.
“Terriblemente bello”… es una canción (desde nuestro punto de vista) encerrada en un halo nostálgico que puede que nos hable sobre el recuerdo de un amor de verano, ¿o de recuerdos de juventud…? ¿La hemos entendido?
Lo que entiendas, bien entendido está. No lo recuerdo con exactitud, pero creo que la inspiró el concepto de la juventud, un poco así en abstracto, en contraposición a muchos adultos ya enfermos por esta plaga de cinismo que lo arrasa todo hoy día. Le estaba cantando a mi yo de joven, que no tuvo una juventud, digamos, normal; a mi hija pequeña, imaginándomela con la edad de todos esos chicos y chicas que veo por la playa cuando salgo a pasear por fuera de mi casa; a un dios joven que aún no ha sido corrompido por su omnipotencia. Pero lo que la canción significa para mí es lo menos importante de todo esto.
“Rabia”, ¿es un sentimiento que alguna vez hemos tenido todos? ¿Dónde hay arrepentimiento, desilusión, etc.? Aunque deja un sitio a un nuevo comienzo, que siempre nos asusta…
La rabia es una condición que acompaña al ser humano desde que es consciente de su mortalidad, de la futilidad de sus acciones, pero de la que es necesario escapar porque te consume por completo. Y al menos deberíamos intentar disfrutar del camino, del mientras tanto, que es sencillamente un milagro.
“Escapismo o barbarie” empieza diciendo “todo va bien”. ¿Es una muestra de autoconvencimiento, de intentar tirar hacia delante…? ¿Está relacionada con “El desencanto”… o son canciones independientes, aunque muestran sentimientos parecidos?
Empieza, y también acaba, con un “todo va bien”. Creer que algo puede suceder suele ser el primer paso para que termine sucediendo. Pero no siempre sucede, de ahí “El desencanto”. Sí, son canciones que pueden estar relacionadas, pero como con cualquiera otra del disco.

“No sueltes lo efímero”, último tema que da nombre al disco, ¿es una gran contradicción, no? ¿Es que en lo efímero están los mejores momentos?
Sí, es un título que carga con sus propias contradicciones, como cualquiera de nosotros, porque con el paso del tiempo todo termina siendo efímero. Pero aferrarse al momento presente, intentar ser un poco más consciente de lo que ocurre mientras está pasando, puede impregnar de cierta naturaleza de eternidad a esos instantes.
¿Se podría decir que con “No sueltes lo efímero” volvéis un poco a aquel 2019 de “Bosque en llamas” y, posteriormente, a “Plus Ultra”?
A nivel sonoro volvemos a tener batería acústica, y esas circunstancias nos vuelven a acercar a cómo sonábamos en esos discos. Pero no hemos hecho ningún ejercicio consciente para volver atrás. Nosotros siempre estamos huyendo hacia adelante.
“Castillo Interior” fue distinto a vuestros anteriores trabajos. Jugasteis un poco con el drum&bass, distintos sonidos, y además hubo importantes remezclas. ¿Ese camino está olvidado?
Ese EP fue también fruto de sus circunstancias. Lo grabamos solos mi hermano y yo, cada uno en su casa con lo que teníamos a mano, y eso fue lo que salió. No me considero un buen músico, pero sí un músico que tiene una gran capacidad de adaptación. Si en algún momento vuelvo a estar en circunstancias similares, es un camino que puedo volver a retomar perfectamente y sin ningún cargo de conciencia.
Habéis versionado a Los Planetas (“Brigitte”). ¿Es un homenaje al grupo?
Los Planetas es uno de los grupos de nuestra vida. Sí, se podría considerar un humilde homenaje.
Una vez presentado vuestro nuevo disco, ¿vais a hacer gira? Y, si es así, ¿tenéis ya algo confirmado?
Nos gustaría hacer algunas presentaciones de No sueltes lo efímero en directo, pero la verdad es que vivir en las Islas Canarias nos lo pone algo complicado a nivel logístico. Por ejemplo, el 26 de junio lo presentamos en Oviedo, en la sala La Salvaje. Haremos algunos conciertos más que iremos anunciando en nuestras redes sociales cuando se pueda.
¿A qué película os hubiera gustado ponerle banda sonora?
The Straight Story, de David Lynch.
¿Qué estás escuchando ahora?
En estos días he escuchado de nuevo bastante Carrie & Lowell, de Sufjan Stevens, que aunque parezca increíble, ya cumple 10 años.
¿A qué grupo o cantante te hubiera gustado ver que ya no están con nosotros?
A Franco Battiato, por ejemplo.
De momento, ¿Cuál ha sido la actuación que nunca vais a poder olvidar?
Pueden ser muchas. Por ejemplo, guardo en la memoria con bastante cariño una actuación que hicimos Noé y yo, en formato dúo electrónico, acompañando a Depresión Sonora en nuestra casa, Tenerife. Esa noche el público era muy joven, y la mayoría no nos conocía de nada, pero sentimos que logramos conectar con estas nuevas generaciones, y fue bonito.
¿Tenéis algún sitio, festival, país… donde os haga ilusión actuar?
Nos gustaría regresar algún día a México, donde giramos en 2014 y fue inolvidable