CARENCIAS AFECTIVAS PRESENTAN ‘PLAN PARA NO ESCAPAR’, EL NUEVO ADELANTO DE SU ÁLBUM DEBUT
Tras la publicación de ‘Alcaldesa’, ‘Un buen montañés’ y ‘La Venganza de Moctezuma’, Carencias Afectivas regresan con ‘Plan para no escapar’, el cuarto adelanto de su esperado álbum debut, que verá la luz de la mano de Balaunka y Emerge. En esta ocasión, la banda firma una de sus composiciones más directas, ruidosas y a la vez íntimas, construida sobre una sólida línea de bajo que evoca el muro de sonido y la intensidad de Triángulo de Amor Bizarro.
El nuevo single explora la belleza de ser natural y el derecho —tan simple como revolucionario— de no tener que representar ningún papel. ‘Plan para no escapar’ es una canción que reivindica parar, retirarse un momento del ruido y casi desaparecer para volver a encontrarse. Una oda a la pureza de lo sencillo, a la calma como acto de resistencia y a la búsqueda de belleza en lo cotidiano, incluso en lo aparentemente vulgar.
«Habla de la necesidad de parar, de recluirse y de casi desaparecer por un rato. Y del derecho a no tener que ser nada ni nadie más que uno mismo, aunque sea por un día», comparte la banda. Con esta perspectiva, Carencias Afectivas continúan consolidando su universo musical que combina la crudeza de sus letras y la ironía.
‘Plan para no escapar’ consolida el perfil del grupo como una de las propuestas más prometedoras de la nueva escena alternativa, capaz de transformar emociones complejas en canciones que laten entre la furia y la ternura.
Con cada lanzamiento, Carencias Afectivas siguen tejiendo un relato generacional marcado por la incertidumbre, la búsqueda de identidad y la reivindicación de espacios propios frente a las exigencias del mundo actual. ‘Plan para no escapar’ llega como un recordatorio ruidoso de la necesidad de darse derecho a ser uno mismo.
Carencias Afectivas nacen casi sin querer, un mes antes de que estalle una pandemia que los obliga, además, a seguir currando. Cuatro colegas que se juntan a hacer ruido y terminan formando una banda que, como casi todas las cosas buenas, siempre llega tarde a todo. Pero si algo tienen claro es que sus directos no admiten medias tintas: son a la música lo que el bus exprés al aeropuerto —un trayecto sin paradas, que te deja mareado, medio cabreado, pero justo a tiempo para despegar.
La banda está compuesta por Julio Teigell (bajo), madrileño de nacimiento, cántabro de vocación. Se peleó con el piano hasta que lo cambió por el bajo, donde encontró su sitio definitivo. Algún coro suyo se cuela en las canciones; Juan Casado (vocalista), voz, letra y cordura. También guitarrista, para desgracia de sus compañeros, que insisten en que deje de tocar y se dedique a hacer el ñu; También está Juan Margallo (guitarra), tan cántabro como melancólico. Mejor ruidista que guitarrista, mejor gritador que cantante, y letrista prolífico en sus bajones, que son frecuentes. Cuando a Juan le va mal, a Carencias les va bien. Y Javier Herrero (batería), almeriense de estadio empeñado en tocar flojo, aunque rara vez lo logra. Sus gestos golpeando cacharros en el escenario son ya postal de la noche madrileña.
Con influencias de Mujeres, Los Planetas, Triángulo y Perro, además de algún guiño al noise británico de los 90 y hasta un ramalazo punk.
