JULIA AMOR

NOS PRESENTA "ALGO PARA REGRESAR"

Entrevistamos a Julia Amor. La artista, que nos abraza con su sencillez y simpatía, nos habla de su nuevo disco, también de sí misma y de algunas interesantes opiniones sobre el mundo que está rodeando actualmente a la música.

– Yo hablo mucho en las canciones de validar las emociones

Fotografías de Marc Luguera

JULIA AMOR NOS PRESENTA «ALGO PARA REGRESAR«

Hay algunas de tus canciones, que a nivel de letra coinciden como por ejemplo “En Hielo Afilado”y “Echar de Menos a Alguien”, pero en cuanto a lo musical, creemos que ahora hay un cambio, hacia un sonido mucho más guitarrero, mucho riff, y es un álbum un poco más rockero que antes.


Sí, la verdad es que nos apetecía desde hacía tiempo ya meter elementos más orgánicos, y fue súper natural. Yo hice las canciones sin ninguna expectativa de lo que iban a ser, y simplemente nos encajó empezar a introducir esos elementos más orgánicos. Las guitarras nos apetecían desde hacía muchísimo tiempo, y como surgió, pues para adelante.

¿Hay un cambio desde la Julia que había en “Verano sin ti” a la de “ Algo Para Regresar”.


Sí, hay bastante cambio, tanto personal como a nivel de composición, incluso diría. Creo que se ve reflejado. También, cuando escribía “Verano sin ti”, “No habrá hogar” y todas esas canciones, decía las cosas más en plan lo que me salía, de forma más cruda. Con este álbum le he dado más vueltas a ser un poco más descriptiva, a jugar un poco más con lo que te imaginas cuando estás escuchando la canción.

“Armadura”, es una canción bastante distinta al resto de tu discografía y aunque tienes canciones muy bailables, como “Mi corazón” u “Otra vez más”, es diferente ¿Cómo surge?


Pues esa canción era lentísima cuando la escribí, y tenía una parte súper diferente que luego Cristian recortó y la adelantó porque estábamos muy enganchados a una canción que se llama “Johnny and Mary”. Y nada, con esa referencia, buscando un poco ese sonido… Así fue, pero originalmente era súper, súper, súper lenta.



¿Es« fino y transparente» o todo lo contrario?. Porque la canción empieza acariciándote el oído y luego da un cambio que te sorprende con ese guitarreo tan intenso.


Sí, sí, fue jugar con esa explosión. La canción al principio era solo lo que… o sea, mi demo era solo la parte del principio. Luego ya, creo que esta fue de las últimas que acabamos, y la tuvimos encallada durante mucho tiempo, porque tenía ese principio y no sabía cómo continuarla. Y de repente se nos ocurrió hacer ese final más explosivo y repetir el bucle este hasta el final. De hecho, creo que se le ocurrió a Cris, y a mí obviamente me encantó.

En “Esperar a que pase” dices: “-no quiero estar esperando el dolor-”. ¿Es un consejo que nos valdría a veces a los demás?


Sí, porque yo hablo mucho en las canciones de validar las emociones —entre comillas— negativas, que sigo pensando que es ultra necesario. Pero claro, hay una fina línea entre validarte lo que estás sintiendo y quedarte enganchada en bucle sin salir de ahí. O sea, tienes que dejarte sentirlo, pero luego dejarlo ir, porque si te aferras, tampoco vas a ningún lado. Y era un poco eso: una canción de “no quiero estar esperando que todo el rato vengan las cosas malas, y cuando me pase algo bueno, esperar a que se acabe y empiece lo malo”. Y sí, sí, bastante un consejo a mí misma.

“Quan et Miró” es una colaboración con Cavinet. ¿Cómo surge esta colaboración?


Pues esta colaboración es bastante curiosa, porque es una canción que yo, cuando conozco a Christian, me la enseña sin conocer a Marc, y me pide que haga unos coros. En 2019 creo, o incluso en 2018. A mí me encantó la canción; se quedó ahí, no salió ni nada. Luego conozco a Marc para que haga el primer videoclip, y me da más sentido. Nos hicimos súper amigas, y ya cuando estábamos terminando este álbum, de repente —no recuerdo ni por qué— reaparece este tema en nuestras vidas, y lo vimos súper claro: encajaba un montón con toda la narrativa y con todo lo que nos imaginábamos que sería el álbum.

Además, daba la casualidad de que hacía mucho tiempo que quería hacer una canción en catalán, pero no me terminaba de atrever. Escribía cosas, pero luego se quedaban ahí, no terminaba de estar del todo contenta. También influía cómo suena mi voz cuando canto en catalán, y esta era la canción perfecta para lanzarme y hacer un poco más ese cambio de idioma.


Una de tus canciones, “Hacia donde vuelan los patos”, que cierra el disco, es una melodía donde no podemos escucharte.

Pues esta canción, de hecho, no es mía: es de Chris y de Marc. Me la enseñaron un día y me pareció súper bonita. A mí me parecía como unos créditos, una forma muy chula de finalizar el disco. Hasta me parecía reivindicativo incluso, como que no tuviese que haber todas las canciones como esta cosa que se habla un montón… los “hits”, de cuántos hits hay en un álbum… Me parece que es lo que hay que hacer, ir un poco en contra de esta tendencia del consumo rápido de la música.

En la portada del disco estás como corriendo, o en una especie de huida, se asemeja un poco a tus primeras portadas también. ¿Por qué esa fotografía?


Es muy curiosa esa fotografía, porque no iba a ser la portada del álbum. Hicimos una sesión específica para sacar la portada y teníamos otra referencia que no tenía nada que ver. Pero luego me empecé a rayar un poco con el resultado de las fotos, porque la que más nos gustaba se parecía mucho a otras cosas que habíamos hecho, y no me terminaba de encajar.

La foto que acabó siendo la portada sale de una sesión que hicimos para la promoción, sin intención de que fuese la portada ni nada. Cuando tuve esta duda y no estaba del todo contenta con la primera opción, nos pusimos en contacto con Nilán, con quien hicimos también las portadas de “Lo que pensé que era de amor”, junto con Marc. Nos ayudó a editar las que teníamos y a buscar un aire distinto. De hecho, cogió las de la sesión y las de las fotos de promo, mezcló cosas… y de repente me quedé enamorada de esa imagen. Me gusta mucho porque parece que estoy corriendo, pero miro un poco hacia atrás. Además, el fondo hay una imagen que parece un platillo volante. Me gusta mucho lo que sugiere esa foto, y después pensé: “Mira, será esta”, y ya está..

Sobre lo que comentabas antes de los hits, además de estar presente en las redes sociales, ¿ahora es necesario sacar un tema cada 15 días o cada mes para que no se olviden de ti?


Yo creo que a todo el mundo que saca canciones y que intenta acomodarse para hacer su música —por poco que sea— le entra esa conciencia de “tengo que hacer esto”. Donde quiera que mires, recibes esos inputs de que tienes que ir por ese lado. A mí me ha pasado durante mucho tiempo; lo he intentado, de hecho, y he visto lo que supone. Que vídeos de un minuto o menos, para pensarlos y que queden más o menos bien, no es evidente: es mucho tiempo.

Y bueno, llegó un momento que dije: “Mira, no quiero”, porque todo este tiempo que estoy dedicando a hacer esto lo estoy perdiendo en aprender a hacer canciones mejores, en aprender a tocar más instrumentos, en aprender a usar mejor los sintetizadores. Lo veo como perder el tiempo. Aparte, no me parece que te garantice nada tener un vídeo que de repente se haga viral o ganar muchos seguidores. Me parece que a quien le funciona es a gente muy contada, y no me vale la pena lo que me quita las posibilidades de que me salga bien. Me parece incluso hasta nocivo para la gente que quiere crear cosas.

Ahora intento hacerlo solo cuando lo siento: si voy a sacar un álbum, intento hacer algo de promoción, subir algunos reels, estar un poco presente… Pero me he puesto la norma de que si algo no me hace gracia o no me apetece, no lo hago. La base es que yo me sienta cómoda y que me parezca interesante, y ya está. Si mi álbum lo escuchan muchas personas, perfecto; si lo escuchan pocas, pues es lo que hay. Me ha costado mucho hacer las paces con esto.



¿A qué artista o grupo te hubiera gustado ver?


Creo que ahora mismo te diría Serú Girán, porque lo he estado escuchando mucho el último año, o incluso los dos últimos. Me gusta mucho.

¿A qué película te hubiera gustado ponerle banda sonora?


Creo que te diría Lost in Translation. Me parece muy guay esa peli.

¿Cuál fue la actuación que más te ha sorprendido?


Tampoco es muy gordo, pero una vez tocamos en un mercado en Valencia y, durante el solo de “Súper Extraño”, se acercó un borracho a pedirme el micro para cantar. Y yo tocando, pensando: -¿Qué me está pidiendo?-. Me decía: – Cantar, cantar!-”. Y yo: -No, señor, esto no es un karaoke-. (risas)

¿En que escenario o país te gustaría actuar?

Me encantaría cualquier lugar de latinoamérica, México, en cuanto a escenarios, me dan un poco de miedo los escenarios muy grandes (risas). En algún sitio que fuese como especial. Una vez dije las Cuevas de Zugarramurdi, que visité y me pareció un lugar mágico, algo así me gustaría. Un lugar donde normalmente no se haría.

¿Cuál es tu cronología musical?

De pequeña escuchaba mucho a Mika, un álbum de las canciones de Grease, era mucho de musicales, ABBA, también The Police y Queen, porque lo escuchaba mi padre, luego pasé una etapa de adolescente con One Direction y este tipo de pop, Ed Sheeran, cuando entré a la universidad empecé escuchar Un Policía Motorizado, Extremoduro… todo muy dispar, lo que mis amigos me iban enseñando y ahora mismo Charly García me gusta un montón, el Último Vecino, LCD Soundsystem, lo que me pasa es que cuando me preguntan se me olvidan un montón (risas)

¿Qué opinas de los grupos/música creados por inteligencia artificial? ¿Será simplemente anecdótico?

No, anecdótico tampoco, quizás no esté en lo cierto, pero habrá cosas como publicidad por ejemplo, que les quitará trabajo a los músicos y esto es peligroso, pero hay unos componente del músico cuando habla desde su filtro y su experiencia y eso no lo puede reemplazar una IA. Al final yo hablo de cosas que me han pasado y han moldeado mi realidad y eso una IA no lo puede hacer.

¿Tienes alguna anécdota que contarnos?

Pues… (risas) me pasa mucho, cuando estoy en los conciertos… me pone muy nerviosa hablar entre canciones porque me quita como de mi burbuja… (risas) y encuentro que la mayoría de los conciertos que hago, cuando empiezo a hablar, empiezo a decir cualquier cosa, me he encontrado a mi misma saliendo luego y pensando -no se lo que acabo de decir…¡qué desastre!- (risas)… que es algo a lo que le he dado muchas vueltas…¿es necesario hablar mucho? ¿O con presentar las canciones y ya está y dar las gracias vale?



Compartir

Artículos relacionados

VIVA BELGRADO

EN EL TRIBUTO A TRIÁNGULO DE AMOR BIZARRO...

LA RATE TIMIDE

PUBLICAN ‘SEGUNDA CAPITAL’...