LEVITANTS NOS CUENTA QUE SACARÁ NUEVO DISCO EN BREVE.
Bajo el marco del festival Zeporock, y con la incertidumbre que generan las tormentas de verano, a los artista, para poder actuar, charlamos con Levitants, a lo largo de una interesantísima entrevista, donde hablamos de sus antiguos trabajos, de los cambios en el grupo y lo que está por venir.
-Estamos viviendo un momento que nos parece único e irrepetible, pero al final somos una mota de polvo.-
“Visionarios”, ¿era una predicción …? ¿vale para lo que está pasando ahora?
Es una referencia un poco a eso, a quedarte adormecido,… -no voy a hacer nada-. Es un poco lo que parece que está pasando, ¿no? Por ejemplo lo que está haciendo Israel con Palestina, todo lo que está pasando aquí en España. Parece que somos insensibles. Realmente es como un poco salvación. De tomarte la pastilla y decir: prefiero quedarme en mi mundo.De seguir persiguiendo el conejo blanco, que a lo mejor es preferable quedarte ahí que afrontar la realidad y echarle un par de huevos.
¿“Nuevas metas” va interrelacionada con “Visionarios”?
Sí, a ver, obviamente para mí está todo conectado, “Nuevas metas” viene de antes, está publicada de manera previa, pero está en el mismo ecosistema.
“En uno de los nuestros”, el protagonista de la canción … dice “ siempre queda algo por mejorar”, algo también que repite en “Nuevas Metas” .¿Es una exigencia que os marcáis a vosotros mismos?
Pues no me había planteado, la verdad, verlos en conjunto porque habían sido singles
separados, Al final, como que, al decírmelo tú, me estoy dando cuenta que tiene mucho más que ver. “Nuevas metas”, que es una canción más vitalista. Pero en el punto combativo, sí que tiene el mismo carácter para mí “Uno de los nuestros” que “Visionarios” Aunque “Visionarios” está visto desde un punto de vista más ironico.
En “Sofisticado” ¿Nos contáis que todo forma parte de una especie de mentira?. Por ejemplo las redes, Instagram, ir a los conciertos a figurar pero luego no se respeta al resto del público ni a los artistas …
La verdad es que tienen el mismo punto, en realidad, de pensar un poco que no estás muy a gusto con todo lo que hay. Tanto en la música como en muchas otras cosas.
Es verdad que, como grupo, venimos de ese momento de cambio de idioma. La gente te empieza a entender, empieza a hacer análisis como los que haces tú —que no los hace todo el mundo de manera global—, pero sí que lo hacen de manera individual. A mí se me ha acercado gente en Almería, donde fuimos a tocar, y me dijeron: «He pasado por momentos chungos y me he puesto “Adelante”’, y gracias a esa canción me la pongo por las mañanas. Me ducho y me pongo “Adelante”. ¡Me sirve para como un empujón de energía para tirar! Me parece superbonito que la música haga eso.
Hablamos de temas universales. Nosotros estamos viviendo un momento que nos parece único e irrepetible, pero al final somos una mota de polvo.
Precisamente en “Adelante” habláis de las personas que no se responsabilizan y que echan la culpa a los demás.
Sí. La autocrítica me parece fundamental para mejorar todo el rato. Sin quedarte ahí… porque a veces cuando se hace autocrítica se convierte en algo que te asfixia, no es positivo. Pero la autocrítica es lo único que te permite mejorar.
¿“Nuevas generaciones” insinua que la siguiente generación está un poco adormecida?¿creeis que se repite de generación en generación?
Es así. Yo creo que nosotros somos los que tienen razón, pero los de antes lo creían, y las nuevas generaciones lo creerán dentro de 10 años.
De todas maneras, yo me quedaría más de “Nuevas generaciones” con el “sin miedo”, porque en realidad es una crónica de eso, de una generación que, a priori, siempre ha sido la más preparada, la mejor, a la que más oportunidades les han dado sus padres, lo tenemos todo. Y luego dices: hostia, ¿qué pasa? Acabas estando infeliz igualmente: ansiedad, estrés, depresión… Y dices: si lo tienes todo… ya, pero tengo ansiedad, estrés, depresión. No hay manera de levantar cabeza.
Pero aún así, hay ese rollo de no tener miedo. . Hay una crítica, pero en realidad también hay esperanza. Para mí, el mensaje es ese: afrontar lo que viene como hoy, que es un día extraño, que no sabemos qué va a pasar, y decir: bueno, pues venga, vamos a tomárnoslo guay, vamos a disfrutar y vamos a tirar pase lo que pase.
“Seres de Luz” ¿se contradice un poco?, porque quizás es algo oscuro.
Esa expresión puede ser utilizada en ambos sentidos, hay gente que lo dice para algo bueno y también para algo no tan bueno. Va un poco de eso, es un tema íronico a tope. Alguien que siempre tiene la razón… pero quiero dejar la interpretación más libre.
Sacastéis varios sencillos en el 23, luego en el 24… ¿es el prólogo de un nuevo trabajo?
Está más relacionado con lo anterior. En un mes vamos a hacer un nuevo disco. Más largo, con otra cohesion.
Si! El objetivo es más un disco que un single. Al final hay que sacar singles, pero es un disco completo, no van a ser temas separados.
Al final la escena no te deja parar y tienes que hacerlo.
Sobre eso, precisamente, os queriamos preguntar. ¿Creeis que ahora existe mucha más presión sobre los grupos/artistas? Las publicaciones, redes sociales… etc…
Si, es una esclavitud.
Es un esfuerzo de estar una semana o dos picando piedra, a veces hacer un vídeo en dos días. Hay que hacer las cosas un poco a la vieja usanza, porque si funcionaba antes, ¿por qué no va a funcionar ahora?
¿Porqué tiene que ser todo single? Hay canciones que son imprescindibles y que no son singles, pero que son necesarias. Estaban ahí para hacer el cemento que unía esos ladrillos. Hay ciertos discos que son tan brutales porque tienen esa mezcla. O sea, tú haces un muro de ladrillos y se te cae, pero un muro de ladrillos con cemento te aguanta mucho. Entonces, esa es la clave.
Ya no tengo los 19 años cuando empecé. Entonces, ya digo, a lo mejor ahora sí me lo puedo permitir. También he comprobado que ha habido gente que sigue ahí después de mucho, y eso es porque les gusta ver todo lo que hacemos. Entonces, me han dado ellos, como fans que vienen a vernos a los distintos sitios donde vamos a tocar, como un poco de ese aliento…Y eso me parece ilusionante.
¿Todavía os sentís cómodos o ya es hartazgo cuando se os vuelve a decir que sois los herederos españoles de Interpol, Editors …?
Yo lo prefiero a la etiqueta indie (risas)
A mi me hace gracia, porque en un concierto en Málaga, (ya habíamos cambiado de idioma) nos dijeron… -ahora ya sois indies- … y yo : “Tío, no, dale un tiempo”. Es verdad que habíamos sacado solo dos singles, de lo nuevo, yo creo que si escarbas un poco más, encuentras al final esa conexión, a pesar de que obviamente no es lo mismo. Han cambiado instrumentos, han cambiado miembros. Yo creo que hay gente a la que le gusta mucho vivir del pasado, y eso está bien, está bien ser nostálgico, pero también está bien ser futurista. Mirar al futuro con ilusión y decir: “Hostia, yo creo que no haría música si pensase que la mejor canción ya la he hecho”. Me parece que es como evidente lo que le pasaría a cualquier creador, ¿no? A ver, si tú ya has llegado a la cúspide, a lo mejor estaría haciendo, yo qué sé, me pondría a arreglar motores de coches guapos, pero no me pondría a hacer canciones, porque yo siempre creo que la mejor canción está en el horizonte, no está en mi pasado. Para mí, ¿eh? Pero porque también necesito esa gasolina.
Hombre, sería muy triste pensar que ya está hecha. A veces lo pienso, en plan, mucha gente que le flipa “Adelante” y tal, y dices: “Hostia, no puede ser la mejor”. No lo es, de hecho. Pero si fuera la mejor de verdad, dirías: ¿qué hago ahora?”.
Siempre hay momentos en los cuales, de repente, una canción como que te da un impulso. Para nosotros fue un impulso muy grande “Coimbra”, que fue una canción, un single, cuando era una demo y tal. Al principio la sacamos y no la escuchó nadie. Y luego, unos meses después, empezó de una manera muy natural a tener muchas escuchas diarias. Es decir, no todo es tan inmediato, por mucho que nos lo intenten vender, porque es muy vendible ese rollo del éxito por ahí. Hay cosas que se fraguan de otra manera y que molan.
¿Hay mucho post-punk, dark wave en Valladolid? ¿O eráis un poco los bichos raros?
Yo creo que somos bichos raros, a un nivel un poquito mayor que Valladolid. Tampoco es que sea un estilo muy habitual. Luego han venido más grupos que se han etiquetado dentro de esa ola de post-punk, pero nosotros, desde que nos empezaron a decir eso, no era para nada habitual que fuese algo que está de moda. Ahora hay un cierto movimiento de bandas con sonoridades oscuras en España, que yo las escucho y digo: “¡Qué guay!”. Pero cuando nosotros empezamos con esa ola no había muchas bandas, había tres o cuatro, y era minoritario, no era una cosa que llenase salas. Y en Valladolid tampoco. En Valladolid es una escena que es guay, está viva, pero es ecléctica.
Es muy heterogénea porque es muy pequeña. La ciudad está haciendo todo, pero no hay tanta gente como para que haya un movimiento más allá de cantautor.
Yo creo que la banda más importante que ha habido dentro del mundo alternativo en Valladolid en los últimos años ha sido Harizona Baby, que podía haber tenido como un tirón dentro del mundo del acústico, rock, grunge,o sea, ese punto. Y tampoco ha habido ninguna banda que le siga ese punto.

¿Cuál es vuestra cronología musical?
(Risas) Guau, esto va a ser muy loco, ¿eh?
Yo recuerdo de pequeño que empecé escuchando a Bruce Springsteen, Radio Futura y a Creedence.
Pero… claro… claro tu respuesta está muy bien!!! (risas)
A ver que también escuchaba a Amaral y Melendi, Santa Justa Klan… tengo un disco de ellos, el único que tendrán. Pero sí, básicamente empecé con Springsteen y luego todo lo demás. Nunca he escuchado a The Beatles, por ejemplo, de pequeño.
Yo, eh… tampoco tengo exactamente una línea clara. Música he estudiado desde los tres o cuatro años. La música que empecé a escuchar era Michael Jackson, Supertramp, música disco… Todo eso me encantaba. También Pink Floyd,The Beatles, todo eso.
Yo diría que también influyen mucho tus padres. Escuchaba mucho a Eric Clapton, Santana… Mis padres siempre me ponían guitarristas hasta la muerte. Sobre todo mucho blues. Pero luego estaba mi hermano mayor, que es muy raro, porque una época escuchaba rock duro y metal, que le duró muy poco, y luego electrónica. Pero justo en ese momento me influenció, y me enseñó, por ejemplo, System of a Down. Yo flipaba. ¿Qué es esto? No entiendo nada, pero me encanta.
Pues yo… mis padres siempre han sido más que de discos, de radio en casa. Teníamos un plato de vinilo y me acuerdo sobre todo de Queen y de Mecano. Pero he de confesar que realmente el acercamiento a cantar vino con una Operación Triunfo especial Disney. (risas) Había canciones ahí que cantaba toda la familia. Y había versiones. Luego ya me he desprendido de ese rollo, pero al principio era eso.
También tengo un recuerdo en una clase en el instituto, que ponían un karaoke en la clase de música, y canté «Madrid, Madrid, Madrid», y la gente me aplaudió mucho porque le encantó. Fijate el karaoke de que año era. Me acuerdo de salir como en volandas de lo bien que había hecho. Y dije: ahora sé lo que quiero hacer.
También recuerdo a José Guardiola, de mi abuelo. Pero sí, de cantar, de empezar cantando, fue así.
¿A qué película os hubiera gustado ponerle banda sonora?
Uf, a Dead Man. Increíble.
Interestelar!!! Estoy esperando el cohete a Saturno con «Adelante». (risas)
28 Días Después…
La de *RocknRolla*.
Yo, Infiltrados.
Me hubiese flipado poner una canción a Donnie Darko y a Las Virgenes Suicidas.
¿A qué grupo o cantante que ya no está os hubiera gustado ver?
A Louis Armstrong
Si se puede de todos los siglos, quizá Mozart, pero para decir… No era tan bueno… ¡Este chaval no tocaba tan bien! (risas)
¿Qué actuación no vais a olvidar nunca? ^
Es difícil, que lo hacemos siempre muy bien…(risas)
Yo en… Valencia.
Claro, yo iba a decir también Valencia.
Hemos tocado, sobre todo en esta última era, con el castellano. Yo creo que ha habido momentos de decir wow!… O sea, de un poco de abrumar. Porque claro, cuando cantas en inglés es más fácil que la gente le guste y baile. Pero cuando estás hablando el mismo idioma, de repente te das cuenta del poder que tienen las letras. Y gente coreando cosas que han salido hace dos semanaseso es la hostia.
Estuvo muy bien un concierto en casa, en El Desierto, el primero que hicimos.O sea, estábamos en toda la vorágine de sacar temas y girar. Y entonces ya, te esperabas que el concierto fuera aquí, pero fue aquí. O sea, las expectativas estaban altísimas y estuvo genial.
Ahí es cuando sientes que el público te puede ayudar.
¿Alguna anécdota que nos podáis contar?
No es una anécdota, pero me gustó mucho cuando recibí la llamada de Julio Rodenas, diciéndome que le habían puesto a Paul Banks de Interpol (al cual admiro muchísimo). Y le dijo, esto se parece ¿no? Y le dijo, no, no… Esto es suyo. Unos segundos hablando de mi música una persona a la que he escuchado tanto, me pareció la hostia. Una persona que que ve una conexión y la hace posible es un verdadero regalo.