ENTRE LO NOSTÁLGICO, LO POSITIVO, CON UN CIERTO AURA DE OSCURIDAD

Sara Zozaya, una de las incorporaciones más brillantes de Aloud Music, ha sacado nuevo trabajo este mes: attä, un EP de 4 hermosas canciones que marca el final de una era, abriendo su camino en solitario.

Me reuní con ella en una mañana soleada y tranquila. Escucharla hablar de esta nueva andadura ha sido un regalo. La admiro mucho. Una creadora total, que compone e interpreta, que es capaz de explorar el espacio que hay entre lo minimalista y la tradición sonora de Euskadi, pasando por el lo-fi, el pop… Gracias, Sara.

«No había trabajado así hasta ahora»

Te unes Aloud Music en 2025.Es una nueva etapa y nuevos retos, ¿no? ¿Qué nos puedes contar de esta nueva etapa?

El reto ha sido, sobre todo, decir adiós a la banda con la que estaba tocando hasta ahora y que son personas que quiero mucho. Esta etapa es la búsqueda de mi sonido, y también la manera de llevarlo al directo de una manera coherente.
Creo que Aloud entra en un momento justo en el que más podemos conectar. Porque es verdad que con Aloud yo he estado mucho en contacto desde que arranqué montando bolos, y siempre han estado orbitando cerca. Siempre ha habido mucho nexo, siento. Pero hasta ahora también siento que no he empezado realmente desde mi esencia 100 %. Y ahora es cuando, de repente, llega Aloud. O sea, que creo que es guay.

Esta vez es el comienzo solitario, un punto y final a ser un proyecto colaborativo. Porque hace poco, tocaste con una artista que está viviendo en Londres, Penélope Trappes, que tiene un estilo semejante al tuyo. Entonces, es una etapa en solitario, pero vas a tener colaboraciones.

Creo que también es la clave de todo esto: ir sola no implica que no haya nadie en el proyecto, sino que es lo contrario. Me estoy rodeando de gente de la que estoy aprendiendo mucho y estoy cooperando con mucha gente. Por ejemplo, el proceso de producir el disco junto a con Ke Lepo o los poemas de Castillo Suarez. También en la manera de elegir los bolos hay más consciencia. Y lo que dices ha sido súper importante: tocar con Penelope Trappes. Ha sido un bolo en el que me muestro por primera vez en mi nueva etapa y comparto muchísimo su visión musical. Fue bonito conectar con alguien a quien admiro tanto de manera tan orgánica.

Sí, yo os he escuchado a las dos y como que tenéis un vínculo.

Me pasó, la vi entrar a la sala y dije: «Vale, mi yo del futuro. Voy a aprender muchísimo hoy», y fue así. Y además, normalmente entiendo que los artistas que viajan constantemente y vienen de lejos no tienen mucha energía como para conectar con cada lugar, porque es cansado. Puede ser cansadísimo. En cambio, ella llegó y era apertura total. Me compartía todo, desde la curiosidad. De hecho, ahora estamos hablando por Instagram de mitología vasca. Se ha interesado mucho también por el lugar, y eso dice mucho de ella.

¿Fue una colaboración buscada o improvisada?

El bolo era suyo y me sumé al cartel.

En noviembre publicas attä, cuatro canciones que van a tener un sonido menos explorado en tu discografía. ¿Cómo ha sido explorar estos nuevos entornos?

Pues es verdad que me impuse una regla, digamos: solo va a entrar en este disco lo que me encante: los sonidos, las letras y las melodías. Parece obvio, pero no había trabajado así hasta ahora. Había metido cosas que quizás estaban bien, pero sin que fuesen una elección tan consciente. Y todo lo que hay aquí es lo que, en el presente me conecta. Sé que dentro de poco tiempo diré “uff, ya no me gusta”, porque siempre me pasa lo mismo y creo que es el motor para seguir creando, esa inconformidad.

¿Lo sientes como una despedida y refugio emocional para el cambio?

Sí. De hecho, en la portada, en el centro, hay un ser que está en plena transformación. Y así me sentía yo. O sea, creando el disco y en esta nueva etapa, he estado bastante perdida, en una transformación bastante grande. Sí, es como que fuera hay muchas cosas bonitas pero hay momentos donde la niebla se apodera del paisaje.

Una vez dijiste que cuando haces cosas con tu nombre y apellido tienes que ser tú, y eso te ha hecho rechazar cosas que no han ido contigo. ¿Qué conexión con Sara Zozaya tienen las nuevas canciones de este nuevo EP?

Decir que no también es algo que trabajo todavía. Me cuesta mucho decir que no. Pero las mejores decisiones son los «noes», eso lo tengo claro. Y en este caso, por ejemplo, no hay beats, no hay rítmicas. Solo hay un bombo en todo el disco. Y va súper unido a mi momento de ahora. Es como que Sara ahora mismo no tiene un beat. No sé si es simbólico o no 🙂

Y sé que en el siguiente disco habrá rítmica, pero me llevará un proceso encontrar esas líneas. Ahora mismo no hay. Es verdad que me dio un poco de miedo que fuera 100 % ambiental, pero es lo que soy ahora mismo.

“Decir que no también es algo que trabajo todavía”

«Ilu», «Elurra», «Blu», «Gaua»… Son los títulos de tus canciones en este nuevo EP. ¿Guardan alguna relación entre ellos? ¿cómo escoges los títulos de las canciones?

En mi caso, siento que hay temas que tienen el título claro. Elurra, por ejemplo, significa “nieve”, y habla de una expedición que hizo mi padre en el 92 en Pakistán, en la montaña. Entonces, ya era un poco el titular del porqué de la canción. O sea, cuando el porqué es muy claro, el título suele ser descriptivo, yo creo. Y cuando el título no está tan claro, es porque el porqué tampoco lo veo tanto. Me estoy dando cuenta ahora de eso. Juego mucho con las sensaciones que me da cada tema.
Verdaderamente, escuchando el EP te encuentras en otro espacio.

¿Qué te ha rodeado todo el tiempo a la hora de componer las atmósferas de attä?

A la hora de componer he arrancado en esta ocasión por la progresión armónica; a eso le he añadido la voz tratándola como un instrumento más y en forma de mantra. Algo que solía hacer, pero más sutil, y esta vez la voz ha tomado otro lugar. La base ha sido construir las capas y el viaje sonoro que quería darle a cada tema.

«Gaua» es muy hermosa, me ha conmovido especialmente. Tiene una sensibilidad diferente al resto de temas, o así lo he percibido. ¿Es la más representativa del EP para ti?

Qué guay que te haya gustado ese tema. Es curioso porque es una improvisación literal que surgió a raíz de un villancico que hice con Ke Lepo también; fue el inicio, un poco de todo, el germen inicial y cogí un par de notas que estaban de fondo y sobre eso me puse a tocar, me gustó y lo probé en los conciertos que hice en la gira de abril por el Estado. La verdad es que sentí que funcionaba muy bien en directo. Lo grabamos y se quedó como cierre.

“Están saliendo muchas cosas que suenan a lo que son.
Es guay y eso antes no pasaba”

El 18 de octubre estuviste en el Esmorgafest y compartes cartel con Ezezez. ¿Les conoces?¿Cómo ves la escena vasca actual?

Sí, les conozco. La escena vasca, súper rica. Creo que antes había un par de caminos marcados y, bueno, las bandas estaban más encasillados. Ahora no. El público también creo que es mucho más amoroso, hay más sensibilidad en general. Y se abrazan propuestas de todo tipo. Siento que se están difuminando un poco los corsés que había. Están saliendo muchas cosas que suenan a lo que son. Es guay y eso antes no pasaba.

¿Cuándo vas a presentar el trabajo?

El 11 de noviembre, que es 11.11. El disco ha salido un martes y desde ese día el formato físico ya está disponible en la web de Aloud.

Elena Setién ha sido, o es, muy importante en tu vida porque te abrió a un mundo de referencias musicales. ¿Has vuelto a tener un punto de inflexión así o parecido en tu vida, para inspirarte o para referenciarte?

Es verdad que creo que fue la vez que alguien más me impactó. A veces descubro artistas que me cambian la perspectiva y eso me abre caminos. Y eso sí que me pasó con Emma Ruth Rundle, por ejemplo en su día. Y, últimamente me ha pasado con Hania Rani. Es una artista polaca que recomiendo muchísimo.

¿En cualquier ámbito? ¿Por ejemplo, en la pintura también, o solo en la música?

Mi mundo es la música y las referentes sobre todo las descubro ahí aunque me nutro de otras disciplinas a diario. Hace poco por ejemplo descubrí el mundo de Hilma Af Klint y magia.

Ver desde la otra barrera, ¿no?

Me pasa con el cine. El cine me encanta, por ejemplo, pero no te voy a teorizar.

¿Qué banda sonora de qué película o serie quisieras hacer, y qué grupo o artista te hubiese gustado conocer?

Bandas sonoras es algo que quiero hacer. Y creo que este año arranco mi primer proyecto. Me apetece mucho. Siempre pensé en lo divertido que sería hacer un opening de anime. Pero de base me flipa el costumbrismo y las películas antiguas y emotivas tipo Werckmeister Harmóniák. Embellecer la tristeza de generaciones pasadas para poder sacarla del cajón.

¿Y con algún artista o grupo que ya no esté?

Me gustaría… Es curioso porque ahora mismo estoy leyendo un libro y cada página trata de un artista que ya no está.

El 4 de diciembre habrá oportunidad de ver a Sara en Bilbao. Puedes comprar tu entrada aquí.