SIENNA
-Intento centrarme en ser muy honesto con lo que hago-
El artista valenciano en 2017 deslumbró a crítica y público con su primer álbum «Trágico y fugaz» Con sus siguientes trabajos («Tiempos de Impacto» y «Melancolic»), se afianzó en el circuito independiente.
Y este 2024 ha marcado una nueva era de Sienna con el lanzamiento de ‘TRANCE’. El cantante materializa en diez canciones ese estado mental en el que se sumerge cuando está sobre el escenario y rompe sus propias definiciones del «yo», entremezclándose las distintas personalidades que conviven entre sí y llevándolas al extremo.
Entrevistamos al artista valenciano, que nos transmite una positividad especial, ese algo que tienen los grandes artistas, nos habla de su interior, de su música, tenemos la suerte de conocerlo un poco más.

Estás casi al final del Tour Trance. Te queda Valencia el 10 de octubre. Al día siguiente, Barcelona, luego Huesca, Madrid, Zaragoza y, por último, León. En algunos sitios las entradas están a punto de agotarse y otros ya no quedan. ¿Se han cumplido las expectativas para el 2025?
A pesar de que dentro del arte sí que soy una persona ambiciosa, sé lo que quiero y, sobre todo, cómo lo quiero, intento no ponerme muchas expectativas porque después siempre vienen un poco las frustraciones. Intento centrarme, sobre todo, en ser muy honesto con lo que hago, con mi trabajo y con la dirección musical y artística. Siempre he creído, y eso me lo han enseñado un poco, que si uno hace las cosas con verdad, eso acaba dando frutos. Entonces, sí que es verdad que soy muy feliz de cómo está yendo la venta de los conciertos.
A pesar de haber estado ahora tres meses en plena grabación de lo siguiente y del nuevo, estando un poco más ausente en redes, las entradas se han seguido vendiendo. León ya está agotado, faltan muy poquitas en Huesca, también en Zaragoza, en Barcelona también faltan muy pocas y Madrid va genial, o sea, que también faltan muy pocas. Así que muy contento. También hay una fecha ahí que va a salir dentro de poquito, que no está integrada en todos los finales de gira, pero que también es una fecha muy especial y la anunciaremos en breve.
Nos acabas de decir que estás preparando nuevo trabajo. ¿Saldrá el año que viene? ¿ Y habrá al igual que este año gira?
Pues mira, sé que tengo todo lo que es el grosso del plan, no tenemos aún una fecha exacta del anuncio del nuevo disco. Pero, por ejemplo, sé que en Madrid, quizá el 14 de noviembre, que es el final de gira, daremos algunas pinceladas de lo que viene. Sí, tendremos alguna sorpresa en ese concierto. Es un disco que llevo haciendo ya bastante tiempo y que sé que va a ser un disco importante. El “Trance” tiene puntos más introspectivos y de vanguardia; en este nuevo disco van a volver las guitarras y una parte más agresiva de Sienna. Creo que en este disco se van a unir todas las aristas que han formado parte de mí durante estos años de carrera: quizá ese punto de experimentación y vanguardia, pero también lo más inicial de las guitarras y las melodías más punzantes.
Precisamente, te queríamos preguntar sobre eso, tu primer trabajo era mucho más guitarrero, la pregunta era ¿Volverán esas guitarras del principio?
Volverán, pero de otra forma. Yo creo que en todas estas etapas de experimentación necesitaba explorar nuevas texturas, nuevas producciones, nuevas melodías. Porque para mí hubiera sido un error vestir, por ejemplo, Trance con los elementos de mi primer disco, porque no tendría ni pies ni cabeza.
Entonces, como te decía, sí que es verdad que siempre hay un riesgo, porque puedes descolocar un poco al público, pero yo creo que mi público ya ha entendido qué es lo que hago. Al final es un poco ponerme al servicio de las canciones y de lo que quiero comunicar en cada discurso y en cada trabajo. Evidentemente, se podrá unir gente, se podrá ir otra, pero creo que esa comunión que tengo con mi público es bastante fiel y que ha entendido cuál es mi modus operandi, por decirlo de alguna forma.
Y este disco creo que va a ser la unión de esos dos mundos que forman parte de mí. Estoy contento, sobre todo con el proceso, con cómo lo estoy haciendo, tomándolo con mucha calma y al final dejándome absolutamente fluir, como con todos los trabajos, pero aquí un poquito más.
En este último trabajo has tenido influencias distintas. Por ejemplo, en “Track 3” utilizas drum and bass, que era un recurso musical que no habías utilizado. ¿Cómo se te ocurre eso?
Pues mira, eso fue súper natural. Yo estaba muy influenciado por músicas como Men I Trust o también música argentina, donde empezaban a utilizarlo, y me gustaba mucho como textura. Sobre todo, en ese tema iba al dedo y rompía un poco con todas las estructuras que había seguido anteriormente. Eso me parecía muy interesante y fue súper natural: “Oye, vamos a probar esto”. Empezamos a grabarlo, funcionaba, y dije: para adelante.

Hay algunos temas como “Siempre lo mismo”, “Tengo que soltar”¿Vienen a reflejar un poco que el artista llega a un tope y a veces se empieza a hartar un poco de todo?.
(Risas) Sí, “Tránsito”, por ejemplo, habla de un punto de shock traumático. Últimamente pienso que es bastante curioso que todos los títulos de mis trabajos han tenido como una consecuencia posterior: en “Tránsito” y “Fugaz”, al final fue tomar decisiones de una forma bastante casi obligada. En “Tiempos de Impacto” fue casi predecir lo que venía, que vino la pandemia. “Melancholic” igualmente, porque fue un EP muy pequeño en el que toda esa carga que llevaba como proyecto autoproducido tuve que soltarla.
Y “Trance”, antes de que pasara todo este año tan convulso, yo ya en mis entrevistas hablaba de que era ese punto de shock traumático que te llevaba muy al presente, al aquí y ahora. Al final lo he vivido prácticamente en mi casa, y eso me parece curioso.
“Trance” necesitaba esos elementos de introspección absoluta. Habla de ser, porque siempre soy encima de un escenario y no concibo mi vida sin subirme a uno, donde prácticamente entro en trance y simplemente soy y ocurre. Quería bajar eso a Álex, y que tanto mi alter ego Sienna como Álex se equilibraran un poco para poder vivir más en paz. Muchas veces me sujetaba en Sienna, porque es quien da la fuerza, pero necesitaba equilibrarlo.
En este disco creo que ya todo eso está bajado a tierra. Me conozco perfectamente, y no te voy a decir que me da igual todo, pero sí que he aprendido a disipar ese ruido externo y esa contaminación a la que todos estamos expuestos. Simplemente hago lo que me apetece en cada momento, intentando hacerlo con respeto hacia mi público y mi profesión, y que cada directo sea una oportunidad única para que la gente se lleve ese discurso, lo entienda, lo comprenda y se lleven una reflexión, o que simplemente se diviertan.
Tienes una colaboración junto a Jordana B. ¿Hay alguna otra en mente o habrá que esperar? ¿Te han ofrecido alguna cosa?
Habrá que esperar. Sí que tengo mucha gente que me gusta y con la que me gustaría colaborar. Tengo bastantes demos ya de todo el disco y algunas muy avanzadas. Quiero verlo desde arriba, porque muchas veces las colaboraciones en un disco creo que las tienes que mirar con lupa y saber que lo estás haciendo porque va a sumar al tema. En mis discos, sobre todo en el concepto, intento que cada colaboración aporte y sea algo bonito, que me apetezca de verdad, porque admiro a esa persona y me entiendo bien con ella. Estoy en ese punto de ver el disco desde arriba, ver qué le puede faltar, quién podría entrar y, a partir de ahí, un poco ir a la pesca.
De tus canciones, algunas veces los artistas tenéis mucha confianza en alguna y resulta que no funciona tanto, y otras en las que no confiabais tanto acaban siendo las más pedidas por el público. ¿Te ha pasado esto?
Nadie tiene la fórmula del éxito, si no, estaríamos todos riquísimos. Pero suelo tener bastante radar. Por ejemplo, con temas como “Épico y mortal”, “Esto no es el cielo”, “Se me para el tiempo” o incluso «Cómo has podido”, sabía antes de sacarlos que iban a ser importantes en mi carrera. Aunque a veces sorprenden otras. En este disco, por ejemplo, “Creí que era eterno” es una de las más especiales y, aunque es lenta, se ha convertido en un tema muy importante en mi carrera y para mi público. En los conciertos se ve claramente: es el momento en el que de repente pasa todo. Es curioso y divertido, porque al final las cosas suceden sin esperarlas.
¿Cuál sería tu cronología musical?
Siempre he tenido muchísima tradición en mi casa del bolero y de música de raíz. Los boleros de Armando Manzanero me parecen riquísimos en su cadencia armónica. En mis composiciones, todos esos elementos que forman un embudo en tu vida los utilizas a tu favor. De un tiempo para atrás me alucinó Florence and the Machine, Caroline Polachek, una artista que me encanta es Julia Stone, con un disco que se llama “By the Horns”, increíble, que tiens un hermano que se llama Angus Stone que es muy guay. También he escuchado mucha música argentina. Evidentemente, pasé por The Strokes, Arctic Monkeys, The Beatles, Oasis, que en mi adolescencia fue muy sonado. Todos esos inputs forman un embudo y lo importante es encontrar lo que te pertenece a ti y articularlo.

¿A qué grupo que ya no existe te hubiera gustado ver ?
Esto va a sonar típico, pero me hubiera encantado ver a Michael Jackson. Me hubiera flipado verlo.
¿En que escenario o país te gustaría tocar?
Hacer un Metropolitano sería muy fuerte. Sería bastante guay ese escenario. O en mi ciudad, en el Roig Arena, sería bastante emocionante, sobre todo por la implicación emocional. Todos los escenarios son importantes. Ahora, para el final de gira, que es el Lula , con una capacidad importante, creo que lo que viene es La Riviera, sería importante en mi carrera. Y el Movistar Arena.
¿A qué película o serie de televisión te hubiera gustado poner banda sonora?
Hay una peli que me marcó mucho: Blow Up, de un fotógrafo, donde el concepto de ampliar una foto para revelar verdades me voló la cabeza. Me parece muy interesante porque muchas cosas no se ven, pero sí se perciben. Eso me ayuda mucho en mi forma de componer. También Memento me flipó mucho. Me hubiera encantado poner banda sonora a esas pelis, aunque me imponen respeto porque son peliculones. Pero sí, me han abierto miras y otra perspectiva.
¿Tienes alguna anécdota que contarnos?
( Risas) Tenía un contrato de colaboración con una marca que dejaba furgonetas para artístas, siempre me daban una que era diesel y hubo un día que me dieron una de gasolina en lugar de diésel. Yo estaba convencido de que era diésel y la llené mal, nos quedamos tirados y no llegamos a la prueba de sonido. Ir al talle. Tuve que llamar a muchísima gente para que nos recogiera y el concierto empezó tardísimo.(Risas) Otra vez, en el Low Festival, me levanté con un dolor de cuello brutal, no podía moverme. Para mí el cuello es importantísimo en directo, porque me muevo muchísimo. Estaba escuchando la intro y justo antes de salir me estaba poniendo un Nolotil en vena, que apenas hizo efecto, pero la adrenalina me permitió hacer el bolo. Otras veces he cantado en conciertos de repente por memoria muscular, porque el sonido fallaba y no escuchaba nada. La gente no siempre lo nota, pero tú sufres mucho en el escenario.