Taïn

EL ARTISTA GALLEGO PRESENTÓ "AMOR SUBTERRANO EN EL FESTIAL"

EL ARTISTA GALLEGO PRESENTÓ «AMOR SUBTERRÁNEOS EN EL FESTIAL»

«Si no lo hago ahora, no lo voy a hacer nunca.»

Antes, te dedicabas más al rap, ahora has cambiado el rock ¿Queda todavía un reflejo de la etapa anterior?

Sí, yo creo que sí, sobre todo en la consistencia de las letras, en la manera de tejer la lírica. Creo que lo que el rap me dio es tener ese cuidado de intentar hilar muy fino en las palabras y en las frases, y que tenga toda una coherencia y que cuente eso, una historia de principio a fin. Y yo creo que sí, que eso lo conservo y lo agradezco, de hecho.

Uno de tus temas,» La voy a joder», habla de ir a terapia. ¿Crees que es necesario en los tiempos que corren?

Claro. Yo, en los tiempos que corren, sí que es verdad que estamos muy pautados por los estímulos. Estamos constantemente expuestos a estar todo el rato pendiente y estar todo el rato muy activos. Entonces, considero que es importante ir a terapia según cómo te sepas gestionar tú a ti mismo. Yo, por ejemplo, me sé gestionar muy bien, pero también sé mi límite. Entonces, soy conocedor de ello y sé en el momento en el que necesitaría ir a esa terapia.

¿Opinas que la música también es una terapia en sí?

Exactamente. Al final, la música es un canal de expresión, y yo creo que mediante las letras se puede conectar con las personas. Y hay personas que no se atreven mucho a expresar sus sentimientos y pueden encontrar su voz en otras personas, en otras canciones, etc. Entonces, yo creo que sí, que la música es sin duda una terapia. A mí me sirve de terapia. De hecho, cuando estoy triste lo que hacemos es poner canciones tristes, no sé por qué, pero bueno, nos sentimos comprendidos. Y yo creo que eso es maravilloso, y hay una sinergia entre el que hace las canciones y el que las escucha, que es maravilloso.

«Una historia que voy a salvar» es un tema de los más románticos de todo el LP. ¿Es así?

Es así. Es como un poco, no traicionarte a ti mismo, pero sí que dar de más, ceder mucho, incluso autocensurarte algunas cosas, y creo que sí que es un tema muy romántico. A mí me gusta sobre todo mucho, pues por eso. A mí me empieza muy melancólico y luego sí que es verdad que rompe, la batería es muy rompedora, pero sí, el origen, porque hubo un cambio muy grande de la primera producción, de la primera maqueta al máster, sí que era muy romántico, o sea que lo habéis pillado al dedillo.

« No vuelvo a decir adiós a lo que soy» , habla de la autenticidad. ¿Crees que alguna vez nos pasa que nos traicionamos a nosotros mismos?

—Y tantas veces. A mí, bueno, personalmente con este tema, la situación personal que atravesé fue que recibí muchas críticas duras, sobre todo por mis gustos, mi forma de ser, lo que me ponía, por ejemplo la ropa, mi manera de expresarme con la ropa, lo que me gustaba… Bueno, todas estas cosas. Y la gente como… bueno, gente, si se le puede llamar gente, como que atacaba mucho a eso, cuando al fin y al cabo, pues bueno, tú eres una persona que te gusta expresarte, que te gusta ser de una manera, no le haces mal a nadie. O sea, métete en lo tuyo, tío. Y claro, muchas veces sí que es verdad que nos dejamos influenciar por todas estas críticas a las que, bueno, no les veo sentido, y esa gente pues dice… o sea, que nos critiquen así dice más de esas personas que de nosotros.

Volvemos un poco al tema del romanticismo. «Lo distinto de lo mismo» ¿al final tienes un alma romántica escondida?

—Literalmente. De hecho, Lo distinto de lo mismo no es un tema de amor a amor, sino es un tema hecho para una persona que abandonó mi vida porque falleció, mi abuelo, y sí que es verdad que he intentado hacerle un poco de… bueno, he intentado hacer a mí mismo esa terapia de autosanación y Lo distinto de lo mismo está un poco enfocado a eso. Sí que es verdad que se puede extrapolar al romanticismo de pareja porque, bueno, no sé.

Sigue siendo amor.

Sí, sigue siendo amor. Y bueno, nada, el origen de «Lo distinto de lo mismo» es eso, y sí que considero que tengo un alma bastante romántica.

«Superficial», es un reencuentro de una antigua relación, pero que todavía está ahí y que duele, que deja un trocito de corazón tocado.

—Un poquito de marca. Sí que es verdad que me gusta ser muy nostálgico, me gusta mucho preguntarme por qué, qué hice mal, qué puedo cambiar en el futuro para seguir construyéndome y seguir creciendo. Yo creo que eso también me ayuda a la hora de forjar nuevas relaciones, de forjar nuevos lazos. No tiene por qué ser relación amorosa, sino de amistad. Decir: “Vale, con esta persona la acabé, hice esto, a partir de ahora voy a intentar ir por este lado”. Entonces, para mí también es mucho el aprendizaje de ser una persona tan introspectiva y saber por dónde tirar después de tener un error, por así decirlo.

En nada giras por tu tierra. ¿Qué expectativas tienes de jugar en casa?

—Joder, tengo unas ganas de ese concierto que te cagas, sí, sí. Además, al tocar en casa, literalmente, viene mucha gente conocida. No sé si estaremos a diez entradas de hacer sold out, y eso ya me pone enérgico perdido y tengo muchas ganas de enseñarles de lo que somos capaces. Sí que es verdad que la gente que conozco tiene venido a conciertos en mi anterior etapa, pero no eran conciertos tan profesionales, y creo que les va a impactar mucho el hecho de tener una banda, de tener tan buen sonido, porque es verdad que somos una banda emergente, pero hemos profesionalizado el sonido, o sea, lo llevamos al dedillo, súper detallado.

En una de tus canciones mencionas a tu abuelo. Entendemos que para ti fue una persona muy especial.

Sí, la verdad. Pude disfrutar de él solo 11 años de mi vida, pero bueno, lo tengo en el recuerdo como algo muy bonito: muchas tardes de parque, de jugar con él en casa, y sí que es una persona que echo de menos y que me gustaría que estuviese presente para ver todo lo que estamos consiguiendo. Para mí sería algo súper especial, pero bueno, sé que por X o por Y sigue presente.

En «Por inercia» hablas de las inquietudes del protagonista, de la relación con sus padres. No sabemos si te sientes identificado o es una canción en general.

Todas las canciones son autobiográficas, en primera persona. A ver, el enfrentamiento con mis padres yo lo veo normal, porque tú, para tu hijo, quieres la opción más viable, la opción más segura y que le dé menos rompederos de cabeza, ¿no? Pero claro, tú a un chaval que es tan inquieto como yo, que tiene las cosas tan claras y que, encima, le surge la oportunidad de trabajar con Esmerarte, no creo que te atrevas a decirle que no lo intente. Porque estamos en la edad, tengo 24 años, y considero que si no lo hago ahora, no lo voy a hacer nunca. Entonces, así va. A mí, de hecho, «Por inercia» es mi canción favorita.

Íbamos a preguntarte por eso, porque siempre hay una canción preferida…

Voy por etapas, ¿eh? O sea, hay momentos en los que me gusta más una, pero ahora mismo *Por inercia*. Sí, sí. Aunque voy etapas, sí.

Has dicho que te has dejado bastantes canciones. ¿Hay alguna que todavía tengas ahí, que se pueda rescatar para un próximo trabajo, que digas: “Ahí está, no la tenía que haber dejado”? ¿Tienes más de una?

No, porque he de decirte que esas canciones fueron sobre todo del principio de mi encuentro con este nuevo cambio. Y sí que se me quedan un poco más —aunque no me gusta catalogarlas— un poco más indie, un poco más tal… y ahora estoy tirando un poco más al happy punk, al pop punk, y creo que no me encajarían en el siguiente viaje aquí.

Eres de una generación que ha crecido ya prácticamente con el móvil en la mano, con Instagram, con las redes… ¿Piensas que para un artista la inmediatez que hay ahora, el querer hacerlo todo al momento, influye negativa o positivamente en tu trabajo? Porque entendemos que habrá veces que tienes un proceso creativo porque estás más inspirado, y otras veces que necesites más tiempo.

En mi caso, he de decirte que soy muy tradicional, muy old school, y la inmediatez no me gusta. De hecho, en este disco hemos estado trabajando dos años con Esmeralda y, previamente, yo antes de presentarlo, estuve otro año y medio. O sea que ya son tres años y medio, casi cuatro, de trabajo. Y me gusta. Me gusta dedicarle tiempo, ser delicado con las canciones, darles el tiempo que se merecen. Sí que es verdad que algunas canciones —no muchas— se quedaron fuera, pero sí que me gusta tejer muy fino. La inmediatez, para mí, es mala. Eso sí, las redes sociales son necesarias porque te dan un alcance, una exposición muy grande. De hecho, a mí me ha ayudado muchísimo TikTok porque, claro, al fin y al cabo, también las empresas te insisten en que hagas eso porque es bueno para todos. Puedo ser un poco hipócrita, pero es que sí que es verdad que si en TikTok se te pega, por así decirlo, una canción, pues te va a dar mucho más que estar fuera de ellas. Hay que usarlas y adaptarse a los tiempos y a los momentos. Son un medio de comunicación también, al mismo tiempo.

¿Qué grupo o cantante te hubiera gustado ver que ya no está?

Muy buena pregunta. Freddie Mercury, seguramente. Queen. Me hubiese fascinado por la propuesta, por la estética, por lo que sugirió en ese momento: ser un grupo tan rompedor… Bueno, Queen.

¿Y a qué película o serie te hubiera gustado ponerle banda sonora? No sabemos si eres cinéfilo…

Sí, bueno, me va gustando. No voy teniendo mucho tiempo para verlas, pero sí. Yo creo que, por mi estilo, algo de «Breaking Bad» podría encajar. Con pinzas, pero podría encajar.

Y como artista gallego, ¿crees que el panorama musical de Galicia ha influido en ti? ¿O tu estilo es independiente? Has hablado alguna vez de Iván Ferreiro, y al final es algo que habéis mamado desde pequeños, ¿no? Esa fuerza de la escena gallega.

Muchísimo. De hecho, considero que Iván y Joel han sido fundamentales, sobre todo para el inicio del disco, para explorarme a mí mismo. Y mucho de la introspección que hago en el disco es gracias a ellos. Mamo mucho de sus reflexiones y de su manera de afrontar un texto, de cómo tomar las letras. También me he estado fijando mucho últimamente en Carlos Ares, porque, o sea, si eres español —bueno, de habla hispana—, está en boca de todos en estos momentos. Y si eres gallego, pues como no le des una oportunidad a Carlos Ares, ¿a dónde vas?

Por último, ¿tienes alguna anécdota que nos puedas contar?

Te diría… Estoy entre dos. A ver, no son barbaridades porque tampoco he tenido la oportunidad de vivir demasiadas experiencias, pero sí que es verdad que, por ejemplo, he tocado en sitios a cambio de botellas de alcohol. Y luego las he repartido con el público, y la fiesta ha acabado un poco… bueno, de lanzarme al público y acabar con los pies en el techo. (risas) Pero poco más, o sea, nada loco.

Compartir

Artículos relacionados

Jordana B

Entrevistamos a Jordana B, compuesto por María Solá (voz y letras) , Mónica Vicente (batería), Marta G. León( bajo) y Mané López ( guitarra)....

VENTURI

ENTREVISTAMOS AL GRUPO MADRILEÑO HEREDEROS DE LA MÚSICA DEL 2000...

© NOSOLOINDE 2025  | POLÍTICA DE PRIVACIDAD  | COOKIES